Livro 1 - Insistindo em cibercultura
El mito de la participación
Víctor Manuel Marí Sáez
1. - FORMULACIÓN DEL MITO.
Cuando las nuevas tecnologías de la información (NTI) se presentan a sus audiencias se insiste en las nuevas posibilidades que se abren con ellas, sobre todo si se las compara con otras tecnologías "antiguas" como la televisión. Sin duda, uno de los temas a los que reiteradamente se alude es el de la participación. Se nos dice que con las NTI podemos participar plenamente en el proceso de comunicación, que con ellas se rompe la unidireccionalidad de medios masivos como la televisión.
Las nuevas posibilidades de participación nos van a permitir - dicen- expresar nuestros puntos de vista, participar de una manera más plena en la sociedad. De alguna manera, con tecnologías como Internet se va a poder hacer realidad el mito de la democracia directa, la participación plena de toda la ciudadanía en la gestión de la pólis.
2. - ¿QUÉ ES UN MITO?.
Algunas expresiones a las que recurren las empresas de telecomunicaciones para presentar en sociedad a las nuevas tecnologías se pueden encuadrar dentro de lo que se conoce como "mitos". Los mitos relatan acontecimientos y hechos que afectan a todos los órdenes de la vida humana, tanto personal como social. Surgen como necesidad imperiosa para justificar ciertos actos humanos fundamentales, pero situados en el ámbito de lo sagrado, de lo sobrenatural.
Roland Barthes es un referente teórico imprescindible a la hora de hablar de los mitos. En sus "Mitologías", describe los mecanismos por los que las representaciones ideológicas llegan a ser aceptadas como de sentido común, y del importante papel que juegan los medios de comunicación en este proceso.
Como señala Masterman, los mitos, al naturalizar la realidad, la vacían de su componente histórico y político: parece que las cosas siempre han sido así, de tal modo que no se nota en ellas la intencionalidad de los seres humanos.
Theodore Roszak, al estudiar el papel de los ordenadores en la sociedad actual, invita al lector a dirigir su atención hacia el "folclore" que rodea a las nuevas tecnologías. Como apunta en la introducción de "El culto a la información", su intención es hacer reflexionar sobre las imágenes de poder, de bienestar, las fantasías y las ilusiones que han crecido alrededor de la máquina (ROSZAK, 1988:8).
Detrás de esta estrategia de mitificación podemos, como sugiere Roberto Aparici, identificar los rasgos de un proyecto político de corte neoliberal, dentro del cual las tecnologías se insertan a partir del modelo empresarial que impone el marketing informático (Aparici, 1999).
3. - EL MITO DE LA "PARTICIPACIÓN" EN UN CASO
CONCRETO.
Uno de los mitos más utilizados para hacer atractivas estas tecnologías es el mito de la participación; se promete al usuario un contrato comunicativo radicalmente diferente al que ofrecían los medios masivos, cuando las audiencias permanecían pasivas.
Se podrían revisar los diferentes anuncios promocionales que utilizan las empresas de telecomunicaciones para identificar en ellos el mito de la participación. En este caso, se ha escogido un anuncio de Telefónica por la presencia significativa de este grupo multimedia en el mundo de habla hispana, por el rápido crecimiento y expansión que está llevando a cabo en los últimos años y por la utilización sistemática de mitos sobre la comunicación que este grupo multimedia pone en juego en sus spots publicitarios .
En el anuncio escogido, se ponen en juego los siguientes enunciado míticos relacionados con la participación:
· "Nuestro trabajo en el grupo Telefónica es abrirte caminos"
· "Es poner a tu alcance todos los medios para que te comuniques con quien quieras, cuando quieras y dónde quieras"
· "Grupo Telefónica. La comunicación y tú".
El spot de Telefónica utiliza como gancho a Alejandro Sanz, aprovechando el éxito que tiene en los mercados musicales mundiales, especialmente en los de habla hispana. Un éxito que ha hecho de este cantante un verdadero "mito" en vida. Nos encontramos, pues, al igual que en las muñecas rusas, con el mito dentro del mito, con un discurso que en sus diferentes niveles moviliza las emociones y tiende a borrar los indicios históricos o sociales que podrían minar su fuerza.
Porque, ¿cuáles son los caminos que abre Telefónica en el mundo? ¿Y los que, por otra parte, cierra?.
¿Qué medios pone a nuestro alcance para que nos comuniquemos y qué otros medios nos han sido sustraídos?.
¿De verdad podemos comunicarnos con quién queramos, cuando queramos y donde queramos? ¿A qué precio? ¿En qué condiciones? ¿Bajo qué supuestos?.
¿Qué tipo de comunicación representa Telefónica? ¿Cómo tiene que ser ese tú para que Telefónica establezca un contacto con él?.
4. - DECONSTRUYENDO EL MITO DE LA
PARTICIPACIÓN.
¿Es cierto que- como dice uno de los últimos y más elaborados anuncios publicitarios de Telefónica - es posible que te comuniques con quien quieras, cuando quieras y dónde quieras?
¿Quiénes pueden, hoy por hoy, hacer realidad el deseo de comunicarse por medio de las nuevas tecnologías?.
Si se analizan las cifras sobre la expansión de Internet en el mundo que ofrecen el informe del PNUD de 2001 ( Programa de Desarrollo Humano de Naciones Unidas) se puede comprobar que alrededor de un tercio de la población mundial no accede ni siquiera a la energía eléctrica; sobre los usuarios de Internet en el mundo, las desigualdades son tan grandes como las que separan a los Estados Unidos- donde un 54,3% de la población son usuarios de internet- de regiones como el Africa Subsahariana, en la que sólo el 0.4 de la población tiene posibilidad de acceso.
La desigualdad de oportunidades en el acceso a las nuevas tecnologías de la información condiciona de entrada las posibilidades de participación. Para la inmensa mayoría de los habitantes del mundo - más del 90%- no es posible acceder a internet.
Esta desigualdad en el acceso tecnológico se corresponde, casi en los mismos porcentajes, con la desigualdad económica entre Norte y Sur. Los 225 individuos más ricos del mundo tienen una riqueza equivalente a los ingresos del 47% de la población más pobre del mundo.
EN definitiva, el proceso de globalización económica del sistema capitalista, en el que se sitúa el actual desarrollo tecnológico, profundiza los niveles de exclusión social y tecnológica: este fenómeno no es el resultado natural de la escasez, sino de un conjunto de prioridades impuestas por los ricos al resto del mundo. Para unos cuantos poderosos, el planeta se abrió de par en par, para millones de personas el mundo no tiene lugar y vagan errantes de uno a otro lado (MARCOS, 2000:1).
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En otro orden de cosas, el predicado mítico de la participación plantea que ésta es posible hacer circular todos los discursos por la red, sin que nadie controle los contenidos que se vierten. "Comunicar es poder decir lo que se quiera, donde se quiera, diciendo lo que uno quiera".
Pero, ¿es cierto que la participación, entendida como la libre expresión de opiniones, puede ser plena?. ¿No hay límites para la participación?.
¿Qué sucede, por ejemplo, cuando esta participación expresa puntos de vista diferentes a los de aquéllas elites económicas y políticas que dirigen el actual proceso de globalización?.
Veamos un ejemplo. Desde el 1 de enero de 2002, la Unión Europea ha dado un paso más en su proceso de unificación económica con la implantación del euro en todo su territorio. Este hecho ha sido interpretado por amplios sectores sociales como una vuelta de tuerca más en el modelo de política económica neoliberal que desde finales de los años setenta vienen poniendo en marcha las principales instituciones políticas de la Unión Europea.
Medidas que benefician a los propietarios de los grandes capitales y de las principales empresas transnacionales y que hacen aumentar las desigualdades económicas y sociales: liberalización de la economía, desregularizaciones, privatizaciones, reducción del Estado del Bienestar, etc.
Desde el mes de diciembre de 2001, las fuerzas de seguridad del estado español han venido espiando los espacios de internet en los que numerosos colectivos sociales estaban participando en el debate y en la puesta en marcha de acciones dirigida a construir otra Europa diferente a la Europa del Capital.
El espionaj e de las Fuerzas de Seguridad ha tenido como resultado la puesta en circulación de falsas acusaciones hacia los movimientos sociales implicados, así como la construcción de estereotipos negativos en los medios de comunicación. Detrás de esta estrategia desinformativa se pretende asociar al movimiento antiglobalización la imagen de "violentos" y "terroristas" para, de esta manera, frenar el proceso de identificación que los antiglobalizadores están generando en la ciudadanía desde las ya históricas movilizaciones de Seattle de noviembre de 1999.
De este modo, se ha podido comprobar que para las fuerzas del orden y para las elites económicas y políticas de la globalización neoliberal la participación de la ciudadanía en los temas de interés social tiene un límite: el de sus propios intereses.
La utilización de las tecnologías de la información por parte del movimiento antiglobalización está siendo perseguida casi desde los orígenes de Internet. Pero, sin duda, los acontecimientos del 11-S han supuesto un salto cualitativo en la estrategia de control social y de censura hacia aquellos discursos que las elites privilegiadas consideran amenazadores para sus interese. Valga como botón de muestra el programa Carnívoro [1] puesto en marcha por el FBI, que desde la aprobación de la Ley de Combate al Terrorismo legitima el espionaje de las comunicaciones privadas "sospechosas" de ser peligrosas.
¿Qué sucede cuando la participación ciudadana en internet no va dirigida al consumo ni al entretenimiento sino, por el contrario, a cuestionar las desigualdades que genera el actual orden social?.
¿ Terminará siendo censurado el uso de las nuevas tecnologías de la información por parte de l@s ciudadan@s y organizaciones sociales que se oponen a la globalización neoliberal y que apuestan por "otro mundo posible?".
NUEVAS TECNOLOGÍAS Y PARTICIPACION SOCIAL.
Una "Sociedad de la Información" para tod@s es un lema que suena insistentemente en nuestros días. Para dotar de contenido y de realidad a este programa, sería necesario poner en marcha medidas dirigidas a facilitar el acceso y la participación en estas redes informáticas a los sectores excluidos de la población.
Este es el criterio en el que se basan algunos proyectos como el de la red Epitelio .
En esta misma línea apunta una de las primeras redes solidarias, APC (Asociación para el Progreso de las Comunicaciones). Desde 1990, esta red de redes a escala mundial, trabaja para apoyar a organizaciones y movimientos sociales e individuos en el uso de las tecnologías de la información y la comunicación orientados al desarrollo humano, la justicia social, las democracias participativas y las sociedades sustentables.
Pero no basta sólo con acceder y participar a través de las nuevas tecnologías para generar un auténtico desarrollo. Este es, más bien, el discurso tecnocrático; para los defensores de este modelo, basta con introducir ordenadores en aquellas regiones subdesarrolladas para que automáticamente se alcancen los niveles de vida de las regiones desarrolladas. Más bien, parece que la participación tecnológica tiene que ir de la mano de la participación social. Participar en el ciberespacio, pero también participar en el espacio concreto que tocamos y pisamos. Favorecer el acceso a las tecnologías, pero también invertir en servicios sociales y educativos, permitir a la ciudadanía participar en la gestión del poder local, en la toma de decisiones referidas a aquellos asuntos que les afectan.
La alfabetización digital conecta, de este modo, con los postulados del educador brasileño Paulo Freire. Para él, aprender a nombrar el mundo va unido a los esfuerzos por transformar y humanizar este mundo.
Sin duda, estos son los principios que inspiran medidas como el presupuesto participativo puesto en marcha en la ciudad brasileña de Porto Alegre. Esta ciudad, gobernada de forma original desde hace 14 años por una coalición de izquierdas encabezada por el Partido de los Trabajadores (PT) ha conocido en muchos servicios sociales un desarrollo espectacular. El secreto de esta gestión, como apunta Ignacio Ramonet, hay que buscarlo en la gestión participativa, esto es, en la posibilidad que tienen los habitantes de los diferentes barrios de definir muy concretamente y muy democráticamente la atribución de fondos municipales. Se trata de decidir el tipo de infraestructuras que desean crear o mejorar y la posibilidad de tener un seguimiento cercano de la evolución de los proyectos así como el proceso de los compromisos financieros (Ramonet, 2000).
La dimensión simbólica de Porto Alegre, reforzada por el hecho de pertenecer a un país del Sur, ha hecho que sea elegida en los dos últimos años sede del Foro Social Mundial (FSM), un encuentro que se celebra a finales de enero en paralelo al foro de Davos. Mientras que este último representa a los defensores de la globalización neoliberal ( principales accionistas de las primeras multinacionales, dueños de los fondos de inversión, gobernantes del G-7, etc.), Porto Alegre representa la versión de la globalización "desde abajo, desde el Sur", el encuentro de quienes apuestan por la construcción de "otro mundo posible", por la orientación del potencial de la globalización para el bien de tod@s.
En Porto Alegre también existe una propuesta comunicativa y tecnológica alternativa a la que pretende imponer el modelo neoliberal. Allí se pueden encontrar organizaciones sociales, grupos de investigación, experiencias, que caminan hacia una participación plena de la ciudadanía en los procesos sociales y comunicativos.
BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFIA
· Roberto Aparici : Mitos de las nuevas tecnologías y de la educación a distancia. 1999.
· Informe sobre Desarrollo Humano 2001 . Ediciones Mundi Prensa. Madrid.2001
http://www.undp.org/dpa/spanish/infoanual2001/tecnologia.pdf
· Víctor Manuel Marí Sáez : Módulo Tecnología y Sociedad del Máster Universitario Nuevas Tecnologías de la Información y de la Comunicación (UNED).
http://www.uned.es/ntedu/espanol/master/primero/modulos/tecnologia-y-sociedad/
· Len Masterman : La enseñanza de los medios de comunicación. Ediciones de la Torre. Madrid.1993.
· Ignacio Ramonet : Porto Alegre, Le Monde Diplomatique, Edición Española, diciembre de 2000.
· Subcomandante Marcos : ¡Oximoron! (la derecha intelectual y el fascismo liberal). Revista Ojarasca (México), n.37 del martes 9 de mayo del 2000.
· Theodore Roszak : El culto a la información. El folclore de los ordenadores y el verdadero arte de pensar. Editorial Crítica. Barcelona.1988.
http://www.ucpress.edu/books/pages/2051.html
[1] El "Carnívoro" o "DCS1000", es un controvertido sistema de espionaje electrónico desarrollado por el FBI especialmente para el sistema operativo Windows, que se coloca en los equipos de los proveedores de servicios de Internet y controla las comunicaciones electrónicas que tienen lugar a través de ellos.